Viena, Jordi Kuhs Unos 200 activistas homosexuales, bisexuales y transexuales de 80 países, reunidos esta semana en Viena, reclamaron más derechos en países occidentales y más protección en sociedades represivas de África y Oriente Medio.
La 24 conferencia mundial de la Asociación Internacional de Lesbianas y Gays (ILGA) sirve como foro para que los activistas intercambien estrategias en su lucha a favor de más igualdad y menos discriminación.
Así, los europeos esperan que la Unión Europea (UE) apruebe una nueva directiva contra la discriminación, destacó en declaraciones Jordi Petit, un histórico activista gay español.
"Pedimos que se legalicen en toda la UE la uniones civiles de las parejas homosexuales y que se reconozcan esos derechos en terceros países", explicó el ex secretario general de la ILGA (1995-99).
Esta directiva, que requiere el consenso entre los 27 países de la UE, debe garantizar la igualdad de derechos de todos los ciudadanos europeos, independiente de su religión, orientación sexual, discapacidad y edad.
Según Petit, los derechos de homosexuales han mejorado en los últimos años en la mayoría de los países europeos, aunque la situación sigue siendo mala en el Este y sureste de Europa, por ejemplo en Rusia, Polonia y Turquía.
A su vez, el activista catalán destacó los grandes avances realizados por España, uno de tan solo tres países europeos que ha introducido el matrimonio gay.
Esta política ha afectado mucho la lucha de los homosexuales en América Latina, donde "están floreciendo las leyes de igualdad de derechos para homosexuales, según el modelo español", dijo Petit.
Así lo confirmó también el activista argentino Pedro Paradiso, de la Comunidad Homosexual de Argentina (CHA), al destacar los avances logrados en los países del Cono Sur, pero también en México.
En Argentina, por ejemplo, parejas del mismo sexo ya tienen el derecho a acceder a las pensiones del cónyuge fallecido, mientras que en Uruguay se ha introducido a nivel nacional la unión civil para parejas del mismo sexo.
En todo caso, Paradiso criticó que aunque se estén adoptando nuevas leyes en su país, "se siente que los políticos involucrados no están muy convencidos del asunto".
La activista mexicana Gloria Carreaga, elegida en Viena nueva secretaria general de la ILGA, coincidió en que en la región "se están dando pasos hacia adelante".
"Hemos logrado ya que en casi toda América Latina se haya eliminado la penalización de la homosexualidad", destacó.
Recordó que tan sólo en Panamá ser homosexual sigue siendo un delito a nivel administrativo.
Muy distinta es la situación en África, Oriente Medio y Asia, donde en muchos países ser homosexual es considerado un delito que debe ser penado.
En total, hay 86 países en el mundo que criminalizan la homosexualidad, y algunos de ellos, como Irán, Arabia Saudí y Sudán, llegan al extremo de imponer la pena de muerte a los homosexuales.
En otros, como la India y Pakistán, y varias naciones africanas, la homosexualidad es penada con al menos once años de cárcel.
"La situación en África y Oriente Medio sigue siendo dramática", dijo Carreaga, y recordó que los activistas de la ILGA en África y Oriente Medio corren grandes riesgos y peligros, desde persecuciones jurídicas hasta agresiones físicas de la policía y también de los ciudadanos comunes.
La ILGA África sólo puede actuar públicamente en la República de Sudáfrica, donde al igual que en España, Bélgica, Holanda y Canadá, existe el matrimonio gay.
Fuente: http://www.eldia.es
La 24 conferencia mundial de la Asociación Internacional de Lesbianas y Gays (ILGA) sirve como foro para que los activistas intercambien estrategias en su lucha a favor de más igualdad y menos discriminación.
Así, los europeos esperan que la Unión Europea (UE) apruebe una nueva directiva contra la discriminación, destacó en declaraciones Jordi Petit, un histórico activista gay español.
"Pedimos que se legalicen en toda la UE la uniones civiles de las parejas homosexuales y que se reconozcan esos derechos en terceros países", explicó el ex secretario general de la ILGA (1995-99).
Esta directiva, que requiere el consenso entre los 27 países de la UE, debe garantizar la igualdad de derechos de todos los ciudadanos europeos, independiente de su religión, orientación sexual, discapacidad y edad.
Según Petit, los derechos de homosexuales han mejorado en los últimos años en la mayoría de los países europeos, aunque la situación sigue siendo mala en el Este y sureste de Europa, por ejemplo en Rusia, Polonia y Turquía.
A su vez, el activista catalán destacó los grandes avances realizados por España, uno de tan solo tres países europeos que ha introducido el matrimonio gay.
Esta política ha afectado mucho la lucha de los homosexuales en América Latina, donde "están floreciendo las leyes de igualdad de derechos para homosexuales, según el modelo español", dijo Petit.
Así lo confirmó también el activista argentino Pedro Paradiso, de la Comunidad Homosexual de Argentina (CHA), al destacar los avances logrados en los países del Cono Sur, pero también en México.
En Argentina, por ejemplo, parejas del mismo sexo ya tienen el derecho a acceder a las pensiones del cónyuge fallecido, mientras que en Uruguay se ha introducido a nivel nacional la unión civil para parejas del mismo sexo.
En todo caso, Paradiso criticó que aunque se estén adoptando nuevas leyes en su país, "se siente que los políticos involucrados no están muy convencidos del asunto".
La activista mexicana Gloria Carreaga, elegida en Viena nueva secretaria general de la ILGA, coincidió en que en la región "se están dando pasos hacia adelante".
"Hemos logrado ya que en casi toda América Latina se haya eliminado la penalización de la homosexualidad", destacó.
Recordó que tan sólo en Panamá ser homosexual sigue siendo un delito a nivel administrativo.
Muy distinta es la situación en África, Oriente Medio y Asia, donde en muchos países ser homosexual es considerado un delito que debe ser penado.
En total, hay 86 países en el mundo que criminalizan la homosexualidad, y algunos de ellos, como Irán, Arabia Saudí y Sudán, llegan al extremo de imponer la pena de muerte a los homosexuales.
En otros, como la India y Pakistán, y varias naciones africanas, la homosexualidad es penada con al menos once años de cárcel.
"La situación en África y Oriente Medio sigue siendo dramática", dijo Carreaga, y recordó que los activistas de la ILGA en África y Oriente Medio corren grandes riesgos y peligros, desde persecuciones jurídicas hasta agresiones físicas de la policía y también de los ciudadanos comunes.
La ILGA África sólo puede actuar públicamente en la República de Sudáfrica, donde al igual que en España, Bélgica, Holanda y Canadá, existe el matrimonio gay.
Fuente: http://www.eldia.es
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